Explicamos en este artículo en qué consiste el estrés. Qué efectos tiene sobre nuestro comportamiento, en especial cuando conducimos. Cuáles son sus causas. E, importante: ¡cómo evitarlo!
En primer lugar, habría que definir qué se entiende por estrés. Según el manual “Psicología aplicada a la conducción”, publicado por la Dirección General de Tráfico (DGT) en 2017, el estrés se produce cuando se altera la rutina cotidiana o se avecina un cambio -sea este negativo o positivo-, lo que requiere que busquemos soluciones ante estas posibles transformaciones. No es igual para todos. Su intensidad dependerá de nuestras características, situación personal y estado psico-físico.
El estrés es un efecto que tocamos en el artículo Consecuencias psicológicas de los atascos, donde abordamos la psicología del tráfico. Puede cumplir una función adaptativa, ser útil para emprender tareas o resolver problemas. Pero, ante una excesiva tensión o frecuencia, supone un trastorno. De ahí que debamos evitarlo.
Efectos del estrés, causas del estrés

Consecuencias psicológicas de los atascos
Algunos tips para adelantarnos al estrés (y evitarlo)
Es cierto que la conducción puede llevarnos a un ataque de nervios. El comportamiento humano en la conducción es así. En cualquier caso, y para evitar situaciones potencialmente peligrosas, es mejor prevenir el estrés.
- Debemos ser conscientes del estado en el que nos encontramos.
- Igualmente, hay que analizarse, aceptando los síntomas.
- Tenemos que planear nuestro desplazamiento con tiempo, sin prisas.
- Cuando conducimos es mejor pensar en los problemas cotidianos.
- Adaptar la velocidad a las circunstancias del camino, el tráfico y nuestro estado emocional.
- No enfadarnos ante la densidad de vehículos, dado que nada podemos hacer para evitarlo.
- Guardar la distancia de seguridad y empatizar con los conductores lentos o torpes (todos lo fuimos alguna vez, especialmente de noveles).
- Descansar adecuadamente antes de un viaje en coche.
- No tomar alcohol ni drogas.
- Controlar a los niños previamente, si se viaja con ellos, planeando su entretenimiento.
- Controlar la temperatura del vehículo.
- Ensayar nuevas rutas, ante posibles problemas de tráfico.
- Centrarnos en nuestras maniobras y acciones.
- Ser prudentes con la velocidad y conducir relajadamente, si carecemos de experiencia.
- Mantener una actitud positiva ante el volante.