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13/05/2021Empiezan a alargarse los días, las temperaturas mejoran, y quizá nos apetezca más coger el coche para dar una vuelta. O nos ganamos la vida con un servicio de grúa. Es primavera, sí.
Desde el 20 de marzo, en concreto. Los campos florecen, las especies animales comienzan su época de cría, ante un clima más amable, especialmente en zonas templadas como la nuestra. Quienes padecen de alergia o astenia primaveral no pasan su mejor momento, precisamente. Conducir si eres alérgico o alérgica puede ser un suplicio. Y la cosa está lejos de remitir: para 2050 se prevé que el 50 % de la población lo será.
La inestabilidad climatológica es típica del entretiempo, de ahí que nos volvamos un poco locos con la ropa al salir de casa. Igual amanece con un sol soberbio que, de repente, arranca un fuerte viento o se nubla el día.
¿Cómo afecta la estación primaveral a la conducción? Bastante. Por este motivo vamos a desglosar unas cuantas recomendaciones, si estás en la situación de conducir a diario:
- Que puede llover o granizar en primavera, se sabe. Pero hemos de tener muchísimo cuidado con la niebla, que puede aparecer a traición. En todos estos casos, mantener la distancia de seguridad es prioritario, encendiendo las luces de cruce y antiniebla si hace falta.
- ¿Cómo conducir con lluvia de forma segura en primavera? Teniendo muy presente que, por culpa de unos chubascos sobrevenidos, podemos enfrentarnos al aquaplanning, al que le dedicamos este artículo hace algún tiempo. Los accidentes se pueden llegar a disparar casi un 8 % en esta época, y no solo de turismos: también con motocicletas implicadas.
- La lluvia primaveral no puede despistarnos: por leve que sea, siempre entrañará un peligro de accidente. Conduce a una velocidad razonable, por debajo de los límites incluso. Piénsatelo bien antes de adelantar, comprobando si puedes hacerlo con seguridad y sin poner en peligro a ningún usuario, ni a las personas que viajan contigo y confían en ti.
- Los charcos en la calzada -o balsas de agua- son muy incómodos y peligrosos, para nosotros y para el resto de conductores. Reduce la velocidad al atravesarlos.
- La ecuación lluvia, neblina y bajas temperaturas puede dar como resultado heladas. Ante la calzada con hielo solamente cabe extremar el cuidado. Igual que con la humedad.