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23/12/2021Operadores de auxilio en carretera: colectivo vulnerable
17/01/2022Es cierto que la noche suele considerarse particularmente peligrosa por diversos motivos. Así que si nos vemos obligados a conducir, tendremos que prestar atención a lo que vamos exponer a continuación.
La realidad para los operadores de grúas de auxilio en carretera es que el servicio se ofrece las 24 horas, de manera los horarios son impredecibles; un rescate puede tener lugar en cualquier momento (mañana, tarde, noche, madrugada…). La conducción nocturna, que mencionamos al tocar el tema de las luces del coche, entraña sus peligros (el principal, la reducción de la visión un 20 %).
La buena noticia sería, en principio, que el tráfico disminuye espectacularmente: un 60 % menos de vehículos invita, en especial a quienes les gusta la noche, a conducir. La otra cara de este dato sería la cantidad de accidentes graves -y letales- que ocurren a altas horas de la madrugada: un 42 % de ellos.
La luz natural del día ilumina más que la luz de cruce o la luz de carretera, lo que influye en la percepción de las distancias, las personas, los objetos… y los propios vehículos. De hecho, una de las máximas, de noche, es que es tan importante ver como ser vistos por los demás conductores. Esto exige que la señalización y el alumbrado se encuentren en óptimas condiciones.
Riesgos de conducir de noche
¿Cuáles son las peores horas para conducir? Auto 10 cita al Instituto de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia para señalar que entre las tres y las seis de la madrugada estaría el intervalo de horas en las que no sería aconsejable conducir. La conducción nocturna exige adecuar la velocidad a los límites de velocidad, pero no solo: también al campo de visión. Nuestro vehículo debería poder detenerse dentro de los límites del espacio iluminado, puesto que cualquier obstáculo que se nos presente podría darnos un disgusto.
De modo que nos vemos obligados a conducir por motivos profesionales o personales, tendremos que considerar estas circunstancias:
- Es posible experimentar un deslumbramiento debido a que un vehículo en sentido contrario al nuestro lleva puestas las luces largas (directo), si bien también ocurrirá si por el retrovisor vemos las luces largas del vehículo que va detrás (indirecto).
- En la línea de lo anterior, otro peligro estriba en pasar de una vía bien iluminada a otra oscura; los ojos se adaptarán a la oscuridad, pero no tan fácilmente, de modo que la percepción disminuirá.
- Por el contrario, si conducimos por ciudad, la iluminación nocturna puede llegar a ser muy potente, restando visibilidad a ciertas señales u usuarios como ciclistas, peatones, motoristas… es decir, actores vulnerables.
- La hipnosis de carretera se produce con mayor frecuencia de noche, sobre todo si llueve.