La DGT advierte: cuidado con el efecto elefante
13/08/2020Síndrome post-vacacional y conducción
21/09/2020Infectarse por coronavirus puede ocasionar una enfermedad de mayor o menor gravedad, como se sabe. Esto afectaría a la conducción, más aún si se sufría una enfermedad previa. Por este motivo, la rentrée al volante hay que prepararla bien.
Esta primavera, en pleno estado de alarma, abordamos cómo estaba siendo la conducción durante la pandemia de coronavirus. Nos encontrábamos, por un lado, con un tráfico un tanto irreal pero lógico (la caída había sido del 91%), dadas las restricciones de la libertad de movimientos. Por otro lado, la labor de los servicios esenciales, empezando por nuestro sector mismo -el del auxilio en carretera– era puesta a prueba, día a día, en situaciones complicadas… producto de la realidad misma. Una realidad muy complicada.
El doctor Enrique Mirabet Lis, de la Sociedad Española de Medicina de Tráfico (SEMT), concedió en julio pasado una entrevista a Tráfico y Seguridad Vial, la revista de la Dirección General de Tráfico (DGT). El experto abordó la cuestión de quienes están considerando volver a conducir durante la nueva normalidad.
Este médico y cirujano, especialista en educación vial y medicina de tráfico, hablaba de prevenir situaciones de riesgo, instando a conductores y conductoras a incorporarse a la conducción de manera “progresiva”. En realidad esto vale para todos: incluidos quienes únicamente han pasado por el confinamiento, puesto que han estado un período largo sin coger vehículo alguno, en muchos casos.
Mirabet se refirió igualmente a los problemas económicos, laborales y familiares que ha ocasionado, sigue ocasionando, la pandemia. En este estado de cosas, la atención y la capacidad de concentración pueden alterarse y dificultar, por tanto, el manejo de un coche. Por eso “es muy importante dejar de lado esos problemas y centrarse en la conducción”, ha dicho el facultativo.
Conducción post COVID-19
¿Se puede conducir con medicación para la covid-19? ¿Cuándo se estaría en disposición de conducir? Parece razonable que deberíamos conducir una vez que hayamos superado la enfermedad y recuperemos nuestras capacidades, dejando atrás los efectos de la enfermedad. Estos pueden ir de la debilidad a la insuficiencia respiratoria, la hipoglucemia (si somos diabéticos), los problemas de visión o los síntomas neurológicos (mareos, temblores…).
Además de haber finalizado el proceso de curación, hemos de tener en cuenta el horario al coger el vehículo, evitando las horas centrales del día (el calor, en general) y los desplazamientos largos. Asimismo debemos ser cautelosos a la hora de conducir si somos profesionales o usamos el vehículo como herramienta de trabajo; en cualquier caso, será necesario consultar con nuestra doctora o médico de atención primaria para volver a ponernos al volante.