Conoce el efecto pasillo que salva vidas en la carretera
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23/10/2020Empieza la estación otoñal, así que no están de más algunas precisiones de cómo afecta a la conducción. Frío, humedad, hojas que cubren las carreteras y calles… serían los principales elementos que tener en cuenta.
Hasta el 21 de diciembre próximo, viviremos en esa estación llamada otoño. La estación melancólica por excelencia, aquella que se identifica con el crepúsculo, e incluso con el final de algo… trae consigo sus propias particularidades meteorológicas. El termómetro empieza a descender, llegan las primeras lluvias y el tiempo, en general, se vuelve más desapacible, fresco, húmedo. Los días se acortan, la oscuridad se adelanta. Y la conducción se verá, como suele ocurrir, por todas estas circunstancias.
Aunque todavía estemos lejos -especialmente en países como el nuestro- del llamado “black ice” (o hielo en la carretera), que se corresponde con meses más invernales, nos encontramos con otro tipo de riesgos a la hora de ponernos al volante. Cómo conducir con lluvia de forma segura es una de las preocupaciones (ya hablamos de la gota fría aquí), pero no la única:
- Las hojas de los árboles que, después del esplendor veraniego, comienzan a caerse, forman un manto que, pese a su evidente belleza, puede suponer un enorme peligro a la hora de circular con el coche sobre ellas. Sobre todo por el tema de la adherencia.
- El enfriamiento del asfalto, y la humedad en general. Este factor influye mucho en los neumáticos (lo ideal es revisarlos para comprobar su adherencia, también la presión), e igualmente los frenos (es oportuno pisarlos suavemente para comprobar si van bien). Revisar las escobillas de los limpiaparabrisas es aconsejable en esta época del año.
- Al binomio coche y lluvia se debe añadir el factor niebla. Aquí la distancia de frenada es fundamental mantenerla, y eso dependerá mucho de la velocidad a la se conduzca. Otra consigna: moderación y luces antiniebla para que el resto de vehículos nos vean en la carretera. Luces de cruce durante el día, incluso; y luces largas, cuando sean precisas.
- Si vamos a realizar un servicio de grúa, debemos por supuesto moderar la velocidad, independientemente de la premura con con que soliciten el servicio. La carretera, con menos horas de luz y peores condiciones climatológicas, no está para muchas bromas. Como profesionales que somos, lo sabemos.
- En resumidas cuentas, tanto poner a punto nuestro vehículo como conducir con cierta delicadeza, manteniendo la distancia de seguridad, teniendo en cuenta el ambiente, las hojas, las lloviznas y la humedad, serán las claves para una buena conducción otoñal.