Entrevista a Raúl Soliva (Consejero de seguridad de REAC)
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10/12/2019Airbag y cinturón de seguridad son dispositivos de seguridad pasiva capaces de evitar daños mayores. El riesgo de fallecimiento de los accidentados disminuye, gracias a las bolsas de aire, en un 30 %.
“En un coche rápido, alemán, asombrosamente sobreviví, un airbag salvó mi vida”. Esta letra de Radiohead nos sirve para hablar un poco de los tipos de airbag existentes a día de hoy. Coches, motos y bicicletas disponen de unos dispositivos de seguridad que, en sus inicios, podían llegar a causar daños leves en conductores y copilotos. Fue Bosch quien diseñó en 1977 el primer ejemplar de airbag que sería instalado en un vehículo, aunque la primera marca que vendió coches con este dispositivo fue Mercedes, a principios de los ochenta.
En primer lugar, quizá deberíamos definir el concepto de seguridad pasiva como el conjunto de medidas que, cuando se fabrica un vehículo, están destinadas a reducir al máximo los daños que puedan sufrir sus ocupantes en un accidente. Se trata de decisiones que tienen que ver con el diseño de asientos y reposacabezas, o con la presencia de elementos blandos o acolchados.
Airbag para coches
El más avanzado de todos estos dispositivos es capaz de cubrir diferentes partes de un vehículo: desde el airbag en el salpicadero para copilotos al airbag en la carrocería, que puede evitar lesiones en el peatón durante un atropellamiento, o el airbag para pequeños que viajan en sillita.
Airbag para motos
Se ha demostrado que ayuda a mantener la nuca del motorista estable, con lo que el riesgo de mortalidad disminuye.
Airbag para bicicletas
Se asemeja a una bufanda acolchada que hemos de colocarnos en el cuello y que se infla en cuanto sucede un golpe o caída.