Volver a conducir tras sufrir la COVID-19
27/08/2020Una delegación de REAC visita a agrupados de Valencia, Alicante, Murcia y Almería
24/09/2020Según los manuales internacionales, el síndrome post-vacacional no sería una enfermedad. Ello no quita que exista ese malestar y que, con la vuelta al trabajo inminente, debamos prestarle atención si nos vemos sobrepasados.
Aunque a estas alturas del año podríamos incurrir en el día de la marmota, lo cierto es que, al final de las vacaciones, el síndrome post-vacacional reaparece en los medios. Y en un año tan atípico como este que estamos viviendo, conducir con ansiedad es algo que debe preocuparnos. En especial en nuestro sector, puesto que hablamos de gente que vive prácticamente en la carretera.
Operadores de auxilio en carretera cuyo día a día consiste en realizar traslados de vehículos, cuando no auxiliar a coches averiados, atender accidentes de mayor o menor gravedad, o realizar rescates espectaculares donde el volumen del vehículo, o sus circunstancias, entrañan un peligro especial. Algunas jornadas son especialmente duras -los niveles de exigencia, altos-, de modo que hay que estar al 100 %.
¿Es una enfermedad laboral?
Es necesario indicar que, como tal, el síndrome post-vacacional no es una enfermedad. Al menos en clasificaciones internacionales de enfermedades como la CIE-10 (hemos consultado la edición de 2018). El doctor Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), lo denomina, por ejemplo, estrés post-vacacional.
Pero en el momento en que este estado, transitorio, afecta a nuestra vida cotidiana, hemos de tenerlo en cuenta y actuar en consecuencia. Se trata de un malestar que hay que encarar con tranquilidad.
Decaimiento, hastío, fatiga, estrés, ansiedad… son algunos de los síntomas que aparecen con frecuencia. Física y psicológicamente podemos sentirnos mal, lo que se traduce en problemas para concentrarnos o en dificultades para dormir. Esto afectará a a la conducción.
Quiero volver a conducir (sin estrés)
Conducir es una actividad que exige mucha atención. Durante el auxilio en carretera se conduce mucho (¡qué os vamos a contar!). Desde campos como la psicología se recomienda tomar precauciones, antes de la incorporación al tajo:
- Si hemos viajado, lo más conveniente será espaciar un poco el final del desplazamiento con la vuelta al trabajo. Dejar dos o tres días en medio para poder recuperarnos del viaje, haciendo actividades relajantes en casa.
- La vuelta progresiva al trabajo es otro consejo habitual, aunque obviamente esto solo puede darse si la persona tiene una actividad autónoma. Intentar llevar unos horarios ordenados antes de regresar a la jornada habitual puede venirnos bien, si somos empleados.
- El sueño debe cuidarse siempre, pero más todavía si la vuelta al trabajo nos está trastornando particularmente en un momento dado.
- Cano Vindel aborda lo que podrían ser conflictos previos al período vacacional, señalando que es bueno corregir las conductas negativas de las personas de nuestro entorno, dándoles la información a tiempo y nuestra desaprobación, pero sin broncas ni malos rollos.
- Se debe poner el foco en los aspectos positivos del trabajo… en aquellos que nos hacen sentir bien en su desempeño.
- Hay que evitar, dentro de lo posible, cualquier tipo de medicación; los psicofármacos pueden ser útiles para dormir o aplacar la ansiedad, pero podrían crear dependencia; la incorporación a la rutina no quedaría resuelta.