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El auxilio en carretera durante una DANA
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La falta de conductores también afecta al sector del auxilio en carretera. Organizaciones y expertos vienen advirtiendo de un hecho que precisará de grandes cambios para que haya reemplazo generacional.
La escasez de conductores profesionales -tanto asalariados como autónomos-, es una cuestión que se viene notando desde hace tiempo. También en el sector del auxilio en carretera. No hace tanto, a finales de 2022, lo ponía de manifiesto la Alianza Nacional de Auxilio en Carretera, avisando entonces de que estaba reduciéndose la contratación de conductores en el último semestre (un 27 %, en concreto). Fue noticia en su momento. La ausencia de conductores cualificados para rescatar vehículos era uno de los motivos, pero no solo.
Las empresas, según la Alianza, argumentaban que con los costes laborales no podían completar las plantillas para cubrir las incidencias 24/365. Parece que este año no va a mejorar la situación de cara al verano, cuando se produce, en teoría, mayor número de contrataciones (al ser la temporada alta del sector, debido al volumen de desplazamientos).
El abogado y especialista en movilidad Emilio Domínguez, en un artículo publicado por Autónomos y emprendedores, habla de déficit mensual de más de 7.000 conductores. Aquellos que tienen los permisos de conducir C y C+E, simplemente, escasean. También advierte de una carencia especialmente alarmante en relación con los operadores de auxilio en carretera: es decir, los conductores de grúas.
Hasta 600 vacantes potenciales al mes
Domínguez cita el Observatorio Social del Transporte y fuentes del sector para afirmar que existen alrededor de 600 vacantes potenciales al mes. Y, al igual que la Alianza hace unos meses, se refiere a la imposibilidad de cubrir los servicios, de por sí exigentes, dentro de un sector clave en el mantenimiento de la Seguridad Vial.
Se estima que el sector emplea a unas 11.000 personas, si bien se empieza a notar la falta de relevo generacional. Solo el 23 % de las licencias de C y C+E las tendrían personas menores de 40 años. Los operadores de auxilio en carretera envejecen, y los más jóvenes no se animan a formarse para buscarse un futuro en una profesión que puede proyectar una imagen dura, por sus horarios y una retribución económica insuficiente.
El reto está ahí, como ocurre en general en todo el ramo profesional de la conducción. Las condiciones de trabajo de los conductores, la conciliación entre vida laboral y personal (y familiar), la facilitación de la cualificación… son cuestiones que están ahí, y serán claves para hacer que se pueda atraer a nuevas generaciones de operadores de auxilio en carretera.
