Enero ha arrancado fuerte este año… en lo que a temperaturas bajas se refiere. Hace un par de meses mencionábamos el tema de este artículo aquí, pero sin explicar qué era eso del “black ice” o hielo negro. El hielo negro en carretera es la prueba de que las heladas son altamente peligrosas por su apariencia misma. ¿Cómo podemos percibir una capa cuya finura deja ver la carretera, transparentándola de alguna manera?
Se trata de un fenómeno que es típico en carreteras montañosas -con vegetación abundante-, con abundante humedad. En cuanto a las horas en las que mayor se produce, serían más bien las primeras del día y las últimas de la tarde. Los meses fríos y húmedos del año son ideales para la aparición del hielo negro.
Si nos ceñimos a lo que dice la Organización Metereológica Mundial (OMM), el hielo negro sería:
Cuando la lluvia, al caer, se combina con bajas temperaturas, es posible que se congele al contactar con la superficie (en este caso, el asfalto), sobre todo si esta superficie está a 0º C o menos. Este aguanieve, al ser transparente, es confundido con el asfalto y, por lo tanto, imperceptible a simple vista.
En los meses fríos y húmedos aparece el hielo negro.
Quedándonos con la primera definición, que es la que nos afectaría como usuarios de la carretera en nuestros desplazamientos, hay que insistir en que, si la vía está húmeda de por sí y las temperaturas bajan de manera repentina, existe peligro de que se forme una capa de hielo negro.
Como no se puede prever, siempre será aconsejable: