Asamblea General de REAC 2019
17/04/2019¿Con qué gafas debemos conducir?
10/05/2019En invierno o en verano, la vestimenta que llevamos puesta, como automovilistas, importa. Aunque en ocasiones ni siquiera seamos aún conscientes de ello.
El escritor y periodista parisino Louis Baudry de Saunier, divulgador científico especializado en el múndo del automóvil, apelaba a la comodidad del conductor en su obra clásica de 1930 “El arte de conducir un automóvil”. También a la vestimenta adecuada. Así, era capaz de prohibir el uso de pañuelos mal anudados o sujetos: “ninguna prenda flotante que pueda azotar la cara del conductor, pues esta bagatela […] puede costaros la vida”. El calzado, decía, no debía ser fino, “pues ha de estar sometido a un trabajo muy rudo por efecto de las contracciones del pie en la maniobra de los pedales…”. Monseiur Baudry llevaba razón al realizar estas recomendaciones: vestirse bien cuando se está al volante no es ninguna tontería.
En 2013, un estudio publicado por el Comisariado Europeo del Automóvil dejaba claro que, durante el verano, una parte significativa de los conductores en nuestro país no llevaba puesta la ropa más apropiada, precisamente. Así, uno de los datos más llamativos de la encuesta rezaba lo siguiente: mientras que un 96 % de los automovilistas creían ir bien vestidos, uno de cada cuatro confesaba haber conducido con ropa de baño; por otro lado, parecían estar mejor informados con respecto al calzado que llevar… pero no tanto en cuanto a la ropa.
No solo en verano debemos vestirnos bien cuando nos metemos en el coche, en la furgoneta, o en cualquier tipo de vehículo. Cuando llega el frío, abrigos y complementos como bufandas, gorros y guantes están proscritos. En cuanto al calzado, hay que prescindir de tacones o zapatos con plataformas, que dificultan extraordinariamente el uso de los pedales; pasa igualmente con los zapatos rígidos, puesto que restan sensibilidad al pisar el pedal. Es necesario evitar chanclas y calzados livianos que dificulten maniobras como la del frenado de emergencia.
Comodidad y flexibilidad
El auxilio en carretera puede complicarse si las personas que viajan en un vehículo -conductor y pasajeros- van vestidos de manera inadecuada. Se sabe que un abrigo resta movilidad a la persona que lo lleva puesto, de ahí que, incluso cuando las temperaturas son bajas y los trayectos largos, será siempre mejor cubrir a los peques con una manta a dejarles puestos los anoraks, plumíferos, parkas, trencas, etcétera. Recordemos que la norma de la DGT establece multas de entre 80 y 200 euros para las personas que, al conducir, no mantengan la libertad de movimientos y el control al volante en los vehículos. Está prohibido conducir descalzos.
Por otro lado está la ropa de trabajo para conductores habituales. Comodidad y flexibilidad son los mandatos aquí, de modo que la ropa sea lo menos ceñida posible, sin ser excesivamente holgada. En el término medio, como suele decirse, está la virtud. Otra cosa que hay que evitar es que el cinturón de seguridad toque nuestra piel: en caso de accidente, puede ser muy dañino (podemos sufrir rozaduras y quemaduras).