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09/03/2020Tomar la Curva Loews, en el circuito del Gran Premio de Mónaco, no ha de guardar secretos para nosotros si somos conductores con muchos kilómetros. No es necesario pilotar un coche de forma profesional. Basta con conducir bien.
¿Cómo conducir en curvas cerradas? Sin lugar a dudas, saber tomar bien una curva distingue a un conductor prudente y experimentado de otro confiado y novato. La personas que se lanzan a atravesar puertos de montaña o trazados difíciles urbanos, repletos de horquillas o herraduras (que giran aproximadamente 180º y son especialmente cerradas), con la cabeza fría y sabiendo lo que tienen que hacer, es porque tienen claro cómo hacer los giros con el coche sin correr peligro alguno.
Conocer de antemano un poco la carretera por la que vamos a pasar -bien porque forma parte del camino, o porque sencillamente nos apetece tomarla- nunca estará de más. Y tener en consideración, en especial si somos motoristas o viajeros, que no estamos solos en la carretera: hay gente que tira por esa vía para ir de A a B, que no está de ruta ni de viaje ni de paseo con su vehículo o motocicleta.
Cosas que debemos salir para salir airosos de un camino plagado de curvas:
- Si la curva gira a la derecha, tendremos que pegarnos a la derecha, siempre dentro del carril; pero es que si la curva gira a la izquierda, tendremos que ceñirnos a la derecha, con cuidado, para disfrutar de mayor visibilidad.
El estado de la carretera importa, cómo no, puesto que si el firme está deteriorado, hemos de tener mucha precaución (además de con los neumáticos, si éstos están poco inflados).
- Puede ser que por lo que sea necesitemos frenar: mejor hacerlo antes de entrar en la curva, suavemente.
- Cuánto más cerrada sea la curva, mayor será la necesidad de anticipación y tracción.
- El volante hay que sujetarlo con suavidad, igualmente, al tiempo que se mantiene una velocidad constante; al salir de la curva, es necesario enderezar y acelerar un poquito para estabilizar el vehículo.
- Observar la señalética es clave, puesto que serán las señales las que nos indiquen cuál es la velocidad obligatoria a la que debemos adaptarnos.
- El estado de la carretera importa, cómo no, puesto que si el firme está deteriorado, hemos de tener mucha precaución (además de con los neumáticos, si éstos están poco inflados).
- El clima influirá en cómo conducimos por estas vías, siendo todavía más precavidos si es adverso. Si la lluvia, hielo y nieve nos complican la vida en general… ¡no digamos ya en una carretera con curvas!
Fuente de imagen destacada: TopGear