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18/12/2019Ha comenzado la Cumbre Mundial del Clima. El planeta mira hacia Madrid, donde hasta el 13 de diciembre se dirimirá su futuro. Pero es que el calentamiento global nos interpela a todos.
Esta semana arrancó en Madrid la Cumbre Mundial del Clima COP25, que desde el 2 hasta al 13 de diciembre próximo reunirá a más de 25.000 representantes de 200 países para alcanzar acuerdos que luchen contra los efectos del cambio climático. Esta conferencia, organizada en su vigésimo quinta edición por Chile, nació de la histórica Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992. La llamada Conferencia de las Partes -siglas de COP- es el órgano supremo de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), y se reunió por primera vez en Berlín, en 1995.
El origen antropogénico del cambio climático quedó determinado en un documento de la ONU presentado en 2013 durante la COP19 en Varsovia. Aquel informe determinaba que había una certeza del 95 % con respecto a que la causa del calentamiento global residía en la acción humana desde la década de los cincuenta del siglo XX. #TiempoDeActuar es el hashtag elegido para esta edición de la Cumbre del Clima en la capital de España.
Impactos del Cambio Climático
Un estudio de la Comisión Europea titulado “Impactos del Cambio Climático: el foco sobre las infraestructuras de transporte por tren y carretera” ya hablaba, en 2012, de la necesidad de prever estrategias de diseño y mantenimiento de las infraestructuras debido al deterioro que podrían sufrir por culpa de los fenómenos meteorológicos extremos -una de las características del cambio climático-, según apunta Néstor Cenizo en este interesante artículo, donde se pone de relieve cómo el coste de las infraestructuras dañadas podría aumentar a nivel regional en Europa. Esto afecta a la movilidad por carretera, al tráfico de vehículos particulares y por supuesto a los profesionales del auxilio en carretera.
¿Cómo nos afecta el cambio climático en nuestro sector? En la renovación de la flota de una empresa de auxilio en carretera, la apuesta por vehículos eléctricos o grúas híbridas está relacionada con la asistencia a vehículos eléctricos inmovilizados por falta de energía. Ahí están los puntos de recarga móvil: furgonetas equipadas con generadores para dotar de autonomía a vehículos eléctricos que se quedan tirados en la carretera. Los vehículos eléctricos permiten, por ejemplo, reducir el número de emisiones de gases. Recordemos que son los GEI (los Gases de Efecto Invernadero) los causantes del calentamiento global.
En abril de este año el Parlamento Europeo aprobó una normativa que exigía a los fabricantes de vehículos industriales pesados reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) un 30 % en 2030 con respecto a 2019. Y es que a los vehículos pesados se les atribuye un 22 % de las emisiones, pese a representar un 5 % de los vehículos que circulan.
Pero también hay gestos mínimos que importan, puesto que implican reducir la velocidad, conducir menos, revisar la presión de los neumáticos o conducir de manera eficiente. El mandato de la COP21, donde se firmó el histórico Acuerdo de París (el 22 de abril de 2016, suscrito 175 líderes mundiales), pedía una contundente respuesta global y multilateral para frenar el calentamiento del planeta. En 2100, según este pacto, la temperatura media del planeta tendría que haber aumentado, como mucho, 2ºC, haciendo lo posible por dejar esta subida en 1,5ºC. Nos jugamos bastante.