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26/08/2021Toca descansar… ¡lo necesitamos! Para resetear, relajarse y volver luego, si cabe, con mayor ilusión y ganas a nuestras responsabilidades. Os dejamos algunas recomendaciones para planificar las vacaciones de nuestro staff.
REAC se compone de empresas, pequeñas y medianas. En cada una de estas más de 70 pymes repartidas por todo el territorio peninsular -más los archipiélagos-, la gestión y el día a día es importantísimo para una eficiencia y un buen servicio. Pero, ¿qué pasa con la gestión del personal? La comunicación interna, los recursos humanos (RR.HH.), las relaciones laborales, son igualmente determinantes.
También la gestión del tiempo libre. Ahora que estamos en pleno verano, queremos abordar precisamente el tema de las vacaciones. ¿Cómo nos organizamos?
¿Pymes o empresas grandes? No es lo mismo
Responsabilizarse de organizar las vacaciones precisa altas dosis de organización. Y de saber escuchar a todo el mundo. Toca planificar, sobre todo si se tiene en cuenta que estamos hablando de organizaciones con departamentos que en muchas ocasiones están formados por una sola persona.
Hablamos de compañías de 250 empleados o menos, o que cuentan con entre 250 y 1.000 personas contratadas; es decir, el universo pyme.
Otra cosa es que se trate de empresas de más de 1.000 trabajadores, con una estructura lo suficientemente amplia como para contratar durante períodos vacacionales, precisamente, para cumplir con los descansos de la plantilla.
Consejos para empresas con plantillas pequeñas
Como se ha dicho, en las pymes se intentará planificar, consensuar, pactar y hablar con los empleados, para que las vacaciones, que son un derecho laboral, se materialicen, al tiempo que la empresa sigue prestando con eficiencia su servicio. Es cuestión de una buena gestión y organización.
- Conforme a la ley, las vacaciones no pueden durar menos de 30 días naturales al año, aunque podrían durar más días (depende del Convenio). Es preferible calendarizar estos descansos en función de las necesidades de la empresa, haciendo un equilibrio razonable con las preferencias de los empleados; porque hay quien desea, o necesita, descansar en períodos cortos -semanales, por ejemplo-, y quien por el contrario quiere desconectar durante un mes.
- Un sistema de turnos puede contribuir a un reparto justo de las vacaciones, alternando la posibilidad de elegir las fechas de unos y otros. Si unos cogen sus días antes que otros, al año siguiente deberán dejar que sean los últimos quienes escojan antes.
- Es clave prever el trabajo a un trimestre vista (dentro de lo posible, claro), por lo menos con la finalidad de repartir las tareas entre los empleados, asumiendo que pueda haber un pico de trabajo -recordemos que en el auxilio en carretera, los servicios aumentan en verano- y que el equipo esté bajo mínimos. En cualquier caso, si un trabajador ha de suplir las funciones de otro, llegado el momento, tendrá que estar debidamente preparado para reemplazarlo.