El sector del auxilio en carretera se reúne con gran fuerza en la 3ª edición de Fireca
26/10/2021La negra cronología reciente de la siniestralidad en carretera
11/11/2021Frente al hermoso paisaje nevado, conviene no relajarse. La nieve dura y apretada tiene tanto peligro como el hielo. Pero es que la nieve blanda, la que acaba de caer, es igualmente peligrosa.
Empieza el frío y, con él, las dificultades a la hora de conducir por los efectos de las temperaturas. La población acostumbrada a las nevadas está preparada, sin duda, para los rigores de la nieve. Sin embargo, si vivimos en tierras con climas más amables, tendremos que conocer cómo afecta el frío y la nieve a las carreteras por las que transitamos. Más todavía si nos dirigimos a rescatar a otro vehículo en apuros, como es el caso de los operadores de auxilio en carretera.
En primer lugar, la conducción con nieve presenta dos dificultades que habrá que tomar en serio:
- La disminución de la adherencia entre neumáticos y pavimento.
- La pérdida de visibilidad cuando estamos en plena nevada.
Pero es que la nieve, dura o blanda y recién caída, conlleva bastantes peligros. La recién caída, de hecho, produce los mismos efectos que las primeras gotas de agua al mezclarse con la superficie y la suciedad de la calzada. Una nevada fuerte puede ocultar las marcas viales y la señalética, de modo que debemos prestar especial atención.
Si está nevando, habrá que encender las luces de cruce o las antiniebla delanteras, poniendo en marcha el limpiaparabrisas, y cuidando asimismo mucho de que el líquido contenga anticongelante.
Ante una superficie nevada, el sol puede deslumbrarnos, dado que refleja intensamente su luz sobre el manto blanco. Es recomendable utilizar gafas de sol, si se dan estas circunstancias.
Consejos para seguir sí o sí: por nuestra seguridad
- Es importante mantener las ruedas rectas al arrancar, y hacerlo además en segunda, soltando levemente el embrague y acelerando de manera constante, pero con suavidad.
- En este contexto, realizar un buen mantenimiento de los neumáticos -presión correcta, dibujo-, será fundamental antes de circular por la nieve.
- Conducir de manera responsable, con precaución y por supuesto sin correr, manteniendo la distancia de seguridad más si cabe con respecto a otros vehículos.
- Hablando de otros vehículos: seguir sus rodaduras.
- Asegurarnos de que el guardabarros no acumule nieve, puesto que podría afectar en las curvas y otras maniobras.
- Utilizar las cadenas en las ruedas motrices.
- Frenar con cabeza, evitando hacerlo en las curvas (las ruedas podrían bloquearse). ¡Es peligroso!
- Utilizar la velocidad más larga posible, conduciendo sin prisa, evitando cambios de marcha abruptos. Si bajamos una pendiente, circular despacio y a una velocidad más corta de lo habitual.