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05/07/2024Las medidas de la DGT y su impacto en la asistencia en carretera
La reducción de patrullas de tráfico y, consecuentemente, de las asistencias, puede tener un impacto negativo en la seguridad vial a largo plazo.
Recientemente, la Dirección General de Tráfico (DGT) presentó un alarmante informe sobre el incremento de la siniestralidad en carretera durante el primer trimestre del año. Con un aumento del 16% en el número de fallecidos, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció una serie de medidas destinadas a frenar esta tendencia. Sin embargo, estas medidas han generado controversia entre los miembros de Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), quienes han expresado su malestar en una carta pública.
La controversia: tecnología versus efectivos humanos
La principal crítica de la Guardia Civil de Tráfico es que las nuevas medidas de la DGT para sancionar a los infractores, en detrimento de los efectivos humanos necesarios para asistir y auxiliar a los conductores. Según la Guardia Civil, esta estrategia no aborda adecuadamente la necesidad de presencia y asistencia humana en las carreteras.
Los datos son elocuentes: en 2013, había 660.448 patrullas de tráfico que realizaron 517.353 auxilios. En contraste, en 2023, el número de patrullas se redujo a 44.084, con solo 286.553 auxilios realizados. Esta significativa disminución de recursos humanos ha afectado la capacidad de la Guardia Civil para proporcionar asistencia en carretera, una función vital para la seguridad vial y para las empresas de auxilio.
Funciones cruciales de la Guardia Civil de Tráfico
La Guardia Civil de Tráfico desempeña un papel indispensable en la gestión de accidentes y la seguridad en carretera. Su labor incluye asegurar la zona del accidente, controlar los accesos no autorizados y crear un perímetro seguro para otros servicios de emergencia. Además, proporcionan asistencia inicial a las víctimas, actuando rápidamente en situaciones de riesgo vital inminente, y protegen vestigios cruciales para las investigaciones posteriores.
Asimismo, la Guardia Civil realiza una inspección ocular técnico-policial, recoge datos para la reconstrucción del accidente y comunica esta información a las autoridades pertinentes. Una vez controlada la situación, autorizan la retirada de los vehículos accidentados y el restablecimiento del tráfico. Esta cadena de acciones es fundamental para garantizar que la circulación vuelva a la normalidad de manera segura y eficiente.
Impacto de las nuevas medidas
Las medidas anunciadas por la DGT, que priorizan la vigilancia de la velocidad mediante tecnologías avanzadas, están causando una disminución en las asistencias y labores de auxilio. Esta disminución no solo afecta a la capacidad de respuesta inmediata a accidentes, sino que también reduce la presencia preventiva de la Guardia Civil en las carreteras, un factor clave para disuadir comportamientos imprudentes de los conductores.
Si bien es indudable que la tecnología puede desempeñar un papel importante en la mejora de la seguridad vial, no debe ser una sustitución de los efectivos humanos que realizan labores esenciales de asistencia y auxilio en carretera.
Es crucial que las autoridades reconsideren el equilibrio entre el uso de tecnologías y la necesidad de recursos humanos adecuados para garantizar una respuesta integral a los incidentes de tráfico. La Guardia Civil de Tráfico, con su experiencia y capacidad para manejar situaciones complejas en carretera, sigue siendo un componente insustituible de la estrategia de seguridad vial. Solo mediante un enfoque equilibrado y complementario entre tecnología y efectivos humanos se podrá reducir efectivamente la siniestralidad en nuestras carreteras y proporcionar la asistencia necesaria a quienes lo necesitan en momentos críticos.