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Una avería o un accidente de tráfico requieren intervenciones concretas que deben estar sujetas a una serie de normas. Mantener la seguridad de todos los implicados es el objetivo.
La Estrategia Española de Seguridad Vial 2011-2020 incluyó el Protocolo de Auxilio en Carretera de la Dirección General de Tráfico (DGT), presentado en 2015. Este protocolo han de seguirlo a rajatabla tantos los operadores de auxilio en carretera como las fuerzas de seguridad dedicadas al tráfico y los propios usuarios. Si hay una palabra clave en este asunto es una: seguridad. Entre 2013 y 2014, al menos 20 operadores del sector fallecieron durante la asistencia al viajero. Demasiadas muertes para un sector que aglutina a 1.500 empresas y más de 11.000 vehículos, citando fuentes de la DGT.
Fue en 2000 cuando se creó el grupo de trabajo GT-42 ‘Grúas de Auxilio en Carretera’ -dentro del Consejo Superior de Tráfico-, impulsor de un protocolo que tenía y tiene como finalidad fijar las condiciones de seguridad idóneas para que cada operador actúe y trabaje evitando riesgos en la medida de lo posible.
Hay una serie de consejos y buenas prácticas que son claves para que cualquier actuación en la carretera -sea del tipo que sea- resulte exitosa, y para que cada persona implicada asuma un riesgo mínimo: servicio de grúa, agentes de tráfico, conductores, pasajeros.
Buenas prácticas
La labor de las compañías de asistencia en carretera es crucial y entraña una peligrosidad que dependerá de cada supuesto. Si los profesionales están ante un vehículo ligero o pesado, ante uno con dos ruedas o si está implicado un camión; si hablamos de carreteras convencionales, si existe o no arcén; si el vehículo se ha parado en el carril derecho, izquierdo o central, en caso de encontrarse en una autovía o autopista…
En todo caso, algunas buenas prácticas que destaca el Protocolo (que puede consultarse completo aquí) son:
- Realizar una valoración exigente de los riesgos.
- Señalizar la maniobra adecuadamente y con antelación al resto de los usuarios de la vía.
- Abandonar el vehículo por el lado contrario a la corriente circulatoria.
- Recordar que la seguridad es lo primero para todos.
