Hipnosis de carretera: ¿qué es?
30/01/2020Accidentes de tráfico y animales
24/02/2020Hace décadas que la protección a este colectivo viene siendo reivindicada por las organizaciones que lo representan. En diciembre de 2019 se amplió, con el nombre de Reserva Asistencial Social.
Autónomos y autónomas estarán más protegidos en caso de accidente laboral. Una buena noticia, sin duda, para este colectivo, que llegó en forma de resolución el pasado 13 de diciembre. La iniciativa corrió a cargo de la Dirección General de Ordenación de la Seguridad –dependiente de la Seguridad Social-, que regula aquellas ayudas que las Mutuas de Accidente Laboral y Enfermedad Profesional deben prestar por contingencias profesionales (enfermedades, accidentes). Se trata de un nuevo paquete de ayudas denominado Reserva Asistencial Social.
El sector del autónomo en España lo conforma un 62,3 % de hombres y un 37,7 % de mujeres, según el III Estudio Nacional del Autónomo (ENA) de 2019, publicado por Infoautónomos en colaboración con la Universidad de Granada (UGR), y que puede consultarse en este enlace. El 72,6 % de los autónomos tiene miedo a pedirse una baja laboral, dato revelador con respecto al tema que nos ocupa.
La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) impulsó esta ayuda en 2017, y lo hizo en la Comisión de Prestaciones especiales de la Mutua Universal, de la que forma parte. Los beneficiarios de las ayudas serán aquellos trabajadores y trabajadoras que hayan sufrido un accidente, así como su cónyuge (o pareja) e hijos.
¿En qué consisten estas ayudas?
La orden, según ha señalado ATA, regula unas prestaciones que son potestad de las mutuas; ahora deberán ser asumidas por orden de la Seguridad Social. También supone la eliminación de una ayuda económica para emplear a una persona durante un año, y que tenía como fin sustituir al autónomo accidentado durante su recuperación.
De esta manera, la Reserva Asistencial Social viene a proteger a quienes trabajan de forma autónoma para situarles, a ellos y a ellas, al nivel de protección de las personas asalariadas (completando iniciativas como las ayudas para autónomos en paro). La orden incluye las siguientes prestaciones:
- Ayudas a la rehabilitación y tratamiento en centros especiales del trabajador
- Adaptación de la vivienda o el vehículo (para supresión de barreras)
- Gastos de desplazamiento del trabajador y su familia
- Prótesis avanzadas
- Ayuda domiciliaria
- Cursos para la inserción laboral (con el objetivo de reciclarse)
Accidentes laborales o enfermedades profesionales suponen un quebradero de cabeza importante para el colectivo autónomo. En el caso de sectores como el que REAC representa -empresas de auxilio en carretera-, es evidente que la siniestralidad laboral es una preocupación, dados los contextos donde los agrupados desarrollan su actividad.